Mi nombre es Ramiro. Nací y crecí en la miseria total. Fui siempre maltratado y muy discriminado por mi mamá y mis hermanos, hasta de grande. Sufrí con mucho desprecio de toda mi familia y por ese motivo desde los 15 años comencé a involucrarme con el alcohol, salidas con amigos, fiestas, tomaba hasta emborracharme. Me involucre en la prostitución y en cosas malas, quería llenar el vacío que tenía adentro mío, pero no podía con nada; cuando pasaba el efecto y volvía a la normalidad volvía a ser una persona triste y vacía.
A través de una invitación de mi esposa llegué a la FJU, con mis problemas y mis prejuicios… con el tiempo conocí la palabra de Dios, no fue fácil porque las luchas venían y venían, pero comencé a obedecer la palabra de Dios y a poner en práctica todo lo aprendido.
A partir del momento en que yo conozco a Dios sucede el cambio total en mi vida, hoy soy una nueva persona, un nuevo hombre, lo que no logré en 30 años lo tengo hoy, vivo bien, feliz, tengo paz y tranquilidad.
Hoy sirvo a Dios y dedico mi tiempo en ganar Almas, ayudar a los que están sufriendo y no encuentran la salida, personas que están como un día estuve yo.