Semana pasada publicamos acá en nuestra página (http://fjuargentina.com/5121-2/) un texto para ayudar a las/los estudiantes atribuladas/os, básicamente se explicó cómo se puede hacer para que una/uno se pueda organizar en el día a día, sin embargo, no dimos muchos detalles, hoy aprenderemos juntos cómo utilizar de la mejor forma una agenda.
Por: Sra. Cristiane Cardoso
Sí, soy aquel tipo de persona que tiene su propio método de organización, je. Demoré pero lo conseguí. Creo que es así que logramos muchas cosas que inicialmente parecen estar fuera de nuestro alcance… intentando, errando y perseverando hasta lograrlo.
Fue así que aprendí a dar cuenta de todo lo que hago día a día. Por ejemplo, sé que todos los días, entre las 18 y 21 Hs., estoy haciendo programas de radio y televisión, entonces, alrededor de las 17 tengo que estar arreglándome para las grabaciones. Lo que significa que mi día termina a las 17 Hs.
Teniendo esto en mente, me programo hasta las 17 Hs, siempre colocando las cosas más importantes o más difíciles por la mañana, ya que es el horario en el que estoy más atenta y animada… Este blog, por ejemplo, fue escrito por la mañana. Trabajo en las rutinas del programa, hago investigaciones necesarias, informes, escribo, y preparo reuniones y temas todo por la mañana… si no tengo tiempo para escribir un post a la mañana, no lo voy a escribir a la tarde.
Después del almuerzo, elijo las cosas más fáciles de resolver, nada muy creativo… responder e-mails, pagar cuentas, leer, hacer llamadas, etc. Si hago reunión con grupos o equipos, dependiendo del día, elijo el horario de la tarde también, así no pierdo mi mañana con nadie más, ya que esas reuniones tienden a durar más tiempo del que precisamos (saben cómo es, no? Mucha mujer en una sala, je).
Y cada vez que surge un proyecto nuevo, o algo nuevo para hacer, lo coloco en la agenda o me mando un e-mail a mí misma para colocarlo luego. No dejo nada en mi mente para recordar después, a mi edad y en la corrida en la que vivo, mi mente tiene que estar libre de preocupaciones para poder cumplir con el desarrollo de todo lo que está bajo mi responsabilidad.
Así, cualquier recado, cualquier pedido, cualquier favor, va a la agenda. En caso de que el pedido pueda ser hecho con un llamado o mail, lo hago de una vez, al comienzo de la tarde. Si eso puede ser hecho por otra persona lo delego en el momento. Si no es posible, entra en una lista de cosas que tengo que hacer… una lista en la que ingreso semanalmente así:
Cada ítem de la lista entra en algún lugar de mi semana, entre las reuniones, atenciones y grabaciones. Dependiendo de la importancia del ítem y de cuánto va a requerir de mí, entra a la mañana o a la tarde. Así, preparo mi semana todos los domingos a la noche. De lunes a viernes mi agenda está estipulada por mí misma y no por todo el mundo que requiere mi atención.
Muchos mails que recibo entran en una fila determinada basada en la importancia del mismo. Si es sobre un asunto urgente, es respondido como máximo en tres días. Si es un tema que no tiene ninguna urgencia, será respondido cuando tenga tiempo… o sea, va al final de la fila.
Tenemos que aprender a usar nuestro tiempo y no dejarlo a merced de los demás. Si no sabemos decir no de vez en cuando, nunca tendremos tiempo para lo que tenemos que hacer, solo para lo que los otros quieren de nosotros.
Y para finalizar, no soy de hablar por celular, quedarme mandando mensajes durante el día por WhatsApp, mirando televisión durante el día, o saliendo cada vez que falta alguna cosita en casa. Tengo un día que reservo para las compras. Cuando no tengo tiempo de ir a la manicura, hago mis uñas a la noche, después de los programas.
El único día de la semana que dejo libre es el sábado, así puedo hacer lo que quiera o tenga ganas de hacer. Descansar, ver una película, arreglar mi armario, hacer mi limpieza de cutis, salir, etc. Ese día me levanto y hago lo que quiera, sin tener que mirar mi agenda.
Y todo, todo lo que hago lo hago alrededor de las dos cosas más importantes de mi vida: mi fe y mi matrimonio. Por los dos tiro todo al techo, pues uno afecta al otro, y consecuentemente afecta a todo lo demás que hago en la vida.
Fuente de este texto: https://blogs.universal.org/cristianecardoso/es/mi-metodo-de-organizacion/
Una vez que aprendimos cómo utilizar una agenda, podemos hacer algo igual o parecido, fijese que el secreto no está en la agenda en sí, sino en la manera en la que usamos.
Deje abajo sus comentarios para sumar a esta publicación.