Mi nombre es Julieta y antes de conocer la FJU mi vida era un caos.
Desde muy pequeña era muy rebelde, no aceptaba vivir bajo los límites de nadie, en mi casa tenía demasiados problemas con mi familia. Mi mamá tenía un carácter muy nervioso y eso llevaba a que me golpeara por cualquier motivo. Muchas veces debía mentir en el colegio para ocultar lo que realmente pasaba dentro de mi casa. Tenía depresión, odiaba a mi familia, principalmente a mi mamá. Pasé la mayor parte de mi vida en psicólogos, psiquiatras, pero nada resultaba.
Tal era la tristeza que llevaba dentro mío que a los 12 años cometí mi primer intento de suicidio, queriendo tirarme de un 8º piso.
Todo siguió de la misma manera, me involucré con la música, creyendo que podría cambiar algo, formé mi banda. A los 16 años, la joven que consideraba mi mejor amiga, se quitó la vida en las vías del tren, por lo cual yo comencé a tener pesadillas con ella, al punto de que mi meta fuera seguir sus pasos. Fue mi segundo intento, pero no tuve el “valor” para hacerlo.
Me involucré sentimentalmente, me escapé de mi casa, abandoné todo por “una vida mejor”.
Pero todo empeoró cada vez más, mi vida económica estaba trabada, mi familia no quería saber nada de mí. Me involucré con malas amistades, tenía el vicio del alcohol, del cigarrillo. Permanecía en el entorno de la droga, hasta que, por un tema de dinero, el narcotraficante con el que se juntaban mis amistades, abusó de mí.
Aquel día, ya decidida a terminar con mi vida, recibí una invitación que cambiaría mi vida por completo: una invitación a lugar llamado FJU.
Mi vida fue restaurada totalmente. Tengo mi familia, prosperidad, paz, alegría, hoy sirvo a Dios y permanezco con el objetivo de ayudar a aquellos jóvenes que tal vez pasan una situación similar a la que yo pasé. En la FJU encontré mi lugar.
FJU Isidro Casanova Av. Juan Manuel de Rosas 6644
