Antes de llegar a la FJU era una chica triste, angustiada y me sentía vacía, muy sola. Buscaba llenar mi vacío con fiestas, alcohol, etc. A causa de eso era muy rebelde en mi casa, salía a escondidas no tenía respeto hacia mis padres, con mi papá vivía discutiendo, tenía odio hacia él y a causa de eso me fui de casa.
Fue cuando comencé a cortarme los brazos, creía que me iba a aliviar pero solo causaba más dolor. Dejé de soñar, me gustaba bailar, cantar, e incluso había estudiado canto, pero nadie me apoyó. Me involucré con malas amistades que solo buscaban salir de fiesta y tomar hasta no dar más.
Mi fondo del pozo fue cuando ya nada me gustaba, solo quería estar sola, lloraba, estaba encerrada todo el día y pensaba en morirme. Me cortaba para ver a mis padres sufrir y creía que la culpa de que yo estuviera así era de ellos.
Hasta que a través de la invitación de un amigo conocí la FJU. Empecé a ir a las reuniones y desde entonces mi mente cambió, encontré amigos de verdad, el vacío que había en mí ya no está. Jesús llenó todo, ya no tengo odio hacia mi papá.
Soy parte del Proyecto Cultura en donde desarrollo mi talento para ganar almas, hoy puedo decir que soy Feliz, Dios cambió mi vida, me dio su Espíritu. Busco ayudar a los jóvenes que pasan por lo que yo pasé, creo en ellos como alguien creyó en mí.
Daina Cordoba – FJU José C. Paz Zuviría 4852