La esgrimada (pummel, underkook) es un movimiento básico de lucha en pie de control de tronco y brazo que se aplica en muchos deportes de lucha (Wrestling, Lucha Libre Olímpica, Lucha Grecorromana…) así como en Grappling y BJJ o Jiu Jitsu Brasileño. La esgrimada tiene la función de controlar el peso de nuestro rival, además de que nos da una vía hacia su espalda (tanto en pie como en el suelo) y en caso de controlar una doble esgrimada en pie nos da un control casi absoluto del rival que hará complicado que defienda nuestro derribo.
Cuando estamos en la Guardia también es importante que trabajemos la esgrimada, y más incluso si nos encontramos en Media Guardia, ya que será la base del trabajo ofensivo cuando estemos en la posición inferior.
En este ejemplo, Sergio Cabrera nos enseña cómo pasar a controlar la espalda del rival desde la esgrimada básica.
ESGRIMADA: PUNTOS CLAVE
- Avanza brazo y pierna a la vez: si descoordinas el movimiento de la extremidad inferior y la superior corres el riesgo de que te desequilibren y te acaben derribando.
- Anticipa el movimiento del rival: este trabajo solo funciona si tu rival intenta esgrimarte a ti, por lo que tendrás que estar atento a cuándo su mano está entrando por tu axila.
- Lucha siempre por la doble esgrimada: si es posible consigue hacerle una doble esgrimada a tu rival, ya que de ese modo tendrás un control muy superior que casi te garantiza el derribo.
- No gires, ¡empuja!: si empiezas a girar para controlar la espalda del rival una vez que hayas pasado la cabeza, este podrá defenderse girando a su vez y tu ataque quedará muy posiblemente en nada. Debes empujarle con la parte superior de tu torso y tu cabeza, para desequilibrarlo, obligándolo a desplazarse hacia delante y ocupar tú el hueco que ha dejado para, ahora sí, tomar su espalda.