Este taller está basado en un concepto primordial: la idea de que cada uno de
nosotros lleva un líder en su interior y que sólo necesita ser despertado o
desarrollado. Contrariamente a la antigua y errada creencia que concebía al líder como una persona carismática que posee de manera natural e innata
características extraordinarias y que a partir de esos rasgos realiza la
conducción de sus seguidores, este taller sostiene que la semilla del liderazgo se encuentra en el interior de cada ser humano y sólo se necesita el
conocimiento y el trabajo adecuado para convertirla en un fructífero árbol.
Por supuesto, mucha gente no tiene aspiraciones de liderazgo alguno, con lo que el líder que lleva en su interior suele dormir tranquilo. En el otro extremo están aquellas que sí quieren ocupar posiciones de liderazgo y que por alguna razón, ya cuentan con las herramientas para despertar a su líder interno. Es el caso, por ejemplo, de quienes concurren a prestigiosas universidades que hacen foco en este aspecto o bien de quienes han seguido cursos específicos acerca de la materia. Sus líderes internos ya se encuentran despiertos y están en pleno desarrollo transitando el camino hacia el éxito. Y por supuesto, también se encuentran los líderes natos, aunque estos son verdaderas agujas en un pajar.
Este taller está pensado en personas con aspiraciones de liderazgo pero
carentes de herramientas para dejar emerger el líder que todos llevamos
adentro.

 

SEA PROACTIVO

Proactividad es, ciertamente, una palabra de moda en los ambientes
gerenciales y vinculados a las relaciones laborales de los últimos tiempos. Y es la característica de liderazgo que, hemos elegido colocar en primer lugar en nuestro taller, no significa, que sea menos fundamental para un líder que las otras características que mencionaremos a continuación, a lo largo de este
taller.

Proactividad o actitud positiva, es la base que hace posible que todas las
restantes emerjan y se desarrollen adecuadamente, alcanzando el máximo de sus potencialidades. Además resulta evidente que nadie puede tomar una
actitud de liderazgo y ser percibido como un verdadero líder por sus
congéneres, si es alguien que deja que la vida lo lleve por delante en lugar
tener ante ella una actitud proactiva.
¿Qué es ser proactivo? No hay una respuesta única a la multiplicidad que tiene esta palabra, pero ser proactivo es hacer que las cosas sucedan en vez de sentarse a esperar a ver si alguna vez suceden. Y es importante entender que se trata más de una actitud que de una aptitud. Eso es una buena noticia
porque una aptitud, en tanto tal, no es común a todas las personas y sólo
algunas de ellas tienen la suerte de poseerla, mientras que una actitud es una conducta que todos podemos adoptar si estamos interesados en ello y sabemos de qué se trata y cómo hacerlo.

¿Cómo ser una persona con actitud proactiva?

TOME LA INICIATIVA Y HAGA QUE LAS COSAS SUCEDAN

Iniciar las cosas sin esperar un estímulo que provenga del exterior, es ser proactivo.
Poner en práctica la facultad que usted, como todo ser humano, tiene de llevar
la iniciativa y, con ello, originar situaciones que no se provocarían si no fueran buscadas por usted en forma activa es ser proactivo. Hacer que las cosas sucedan es ser proactivo. Movilizar recursos varios en pos de hacer realidad sus metas, es ser proactivo.
No sentarse a esperar que los logros caigan del cielo, es ser proactivo.
¿No está conforme con su empleo actual y cree que se sentiría mejor en otro? Deje de quejarse y ponga manos a la obra.

Actualice sus conocimientos y su
curriculum y comience la búsqueda: coméntele a sus contactos que está
buscando un nuevo empleo, responda a los pedidos de las consultoras, etc
¿No se siente cien por ciento a gusto con su peso corporal? No se deprima:
consulte un nutricionista, siga sus consejos, aprenda a cocinar rico y liviano y salga a correr o andar en bicicleta.
¿Sueña con conocer un lugar lejano? Averigüe cual es el costo de llegar hasta
allí, investigue esas opciones tal vez poco conocidas que se ajustan a su
presupuesto, plantéese un plan de ahorro a cumplir hasta conseguir el dinero necesario…o tal vez le sea posible conseguir en ese lugar un trabajo temporario que le permitiría en mucho reducir los costos del viaje.
Las opciones para cumplir sueños y metas son realmente muchas. Sólo es
necesario que tome al respecto una postura proactiva. Cuando usted adopte esa actitud, tendrá un importante paso ganado en lo que a liderazgo se refiere, porque una persona con actitud proactiva emite una suerte de imán para quienes la tienen menos o nada desarrollada, aunque las acciones derivadas
de esa actitud no se relacionen de manera evidente con el ámbito del liderazgo.
Simplemente, una persona que hace cosas en pos de lograr lo que desea y
que se muestra activa en relación con sus metas y objetivos genera per se una
imagen mucho más positiva que alguien que adopta una postura pasiva. Y esa imagen que transmite es un excelente punto de partida para comenzar a construir un liderazgo. Fíjese a su alrededor: los políticos destacados, son proactivos; los gerentes, son proactivos; las personas que más se destacan en su comunidad, son proactivo. Y usted puede ser uno de ellos.

RECUERDE QUE SER PROACTIVO ES LO OPUESTO A SER REACTIVO

Otra forma posible de explicar en qué consiste la proactividad o la actitud
proactiva es compararla con su opuesto: la reactividad o actitud reactiva. Ser proactivo es ser libre ejecutor de nuestra conducta, mientras que su opuesto, ser reactivo, es ser esclavo de las acciones o estímulos que se efectúan sobre nosotros.

El ser proactivo lo activa y lo construye a usted como sujeto, mientras que el
ser reactivo lo pone en posición de objeto.
Cuando somos proactivos controlamos y determinamos aquello que tiene el
poder de afectarnos. Por el contrario, aquellos en quienes predomina una
actitud reactiva dan a las circunstancias y a las cosas el poder de controlarlos.
Algo fundamental a tener en cuenta para entender el verdadero alcance del par proactivo/reactivo es todo nosotros estamos en cierta medida a merced de
influencias externas que consideramos negativas: un pariente agresivo con
quien tenemos que compartir parte de nuestro tiempo, un clima meteorológico poco agradable que dificulta algún plan que habíamos trazado, una enfermedad que nos demuestra que somos vulnerables, un actitud de rechazo de alguien a quien estimamos, problemas económicas que nos ponen en aprietos financieros, etc. Sólo que una persona proactiva tiene la visión, la actitud y la capacidad de subordinar sus impulsos a su esencia y a lo que entiende que es deseable y correcto, mientras que alguien reactivo
simplemente “reacciona” ( cualquiera sea la forma) ante esos estímulos
negativos. El resultado de ello es que las personas proactivas no dejan que lo
malo las influya en demasía, mientras que las reactivas siempre encontrarán a algún factor negativo externo para justificar su malhumor, su incumplimiento, su falta de control, su ineficiencia, etc. Por ejemplo, a las personas reactivas suelen «volverlas locas» las demás, mientras que los individuos proactivos pueden controlar sus sentimientos negativos para continuar con las tareas y las
metas que se prefijaron. “¿Y qué querés que haga?» es una típica frase de una persona con predominio de la reactividad en pos de mostrar su incapacidad de hacer algo, mientras que un individuo proactivo no hace esa pregunta retórica y se sienta a meditar y a planear qué puede hacer al respecto de esa cuestión.
Recuerde: trabajar interiormente en pos de incrementar su actitud proactiva en detrimento de la reactiva es una manera segura de alcanzar el dominio sobre usted mismo. Y esa es una excelente manera de fomentar y cimentar una posición de liderazgo, ya que las personas que siguen a un líder buscan en él un discernimiento, un control y un poder de los que ellos carecen.

EVITE CONFUNDIR PROACTIVIDAD, AGRESIVIDAD U OTRAS ACTITUDES
NEGATIVAS.

Muchos personas tienen la idea (equivocada, por cierto) de que adoptar una actitud proactiva significa tornarse insoportablemente insistente, incordioso por demás o molesto en grado sumo. O sea: transformarse en una de esas personas a las que, cuando vemos, cruzamos de vereda para no tener que entablar contacto con ella. Por otra parte, tampoco falta quienes confunden pro actividad con agresividad, falta de consideración, y despotismo y malos tratos con los demás. Y lo cierto es que la proactividad bien entendida no tiene nada que ver con todas las actitudes y valores negativos que acabo de mencionar.
Ser proactivo significa, simple y maravillosamente, reconocer su
responsabilidad de hacer que las cosas sucedan . Y accionar en pos de ello.

NO DEJE QUE LOS DEMÁS ACTÚEN O DECIDAN POR USTED

El cambio es una constante, la realidad se modifica permanentemente y todo
ello sucede, en buena medida, en base a las acciones de los seres humanos. Y
si no es usted quien ejecuta las que le corresponden, no tenga dudas que
alguien lo hará en su lugar. Todo lo que debe ser ejecutado, lo será, y aquello
que cae bajo su responsabilidad, será o bien hecho por usted o bien por otras
personas. ¿Hay una reunión de consorcio en su edificio para decidir una refacción que costará un dinero importante? Si no acude, la decisión
igualmente será tomada, sólo que usted no formará parte de ella.
Lo que quiero decirle es que las decisiones y las acciones, llegado un momento dado, no pueden ser evitadas. Sólo puede evitar que la decisión y la acción recaigan en usted y, con ello, huir de una actitud proactiva y dejar que otros tomen decisiones que le incumben y modifican su vida. Sin duda, algo muy
poco conveniente para alguien que desea dejar emerger el líder que se
encuentra en su interior. Siempre que una decisión lo afecte, participe de ella;
siempre que pueda actuar sobre la realidad para modificarla de acuerdo sus metas, hágalo. No deje que los demás actúen o decidan por usted. Todo aquello que forma parte de su existencia es de su incumbencia y debe tomar una postura activa al respecto.

COMPROMETASE Y MANTENGA SUS COMPROMISOS

Por último, la actitud proactiva bien entendida supone un nível ético y moral que se evidencia en el cumplimiento de los compromisos, tanto en aquellos que interiormente tomamos para con nosotros mismos como para con los demás. Ser firmes y mantener de manera íntegra y responsable ambos niveles de
compromiso constituye la medula más elevada de una actitud proactiva.
Aunque nuestro estado de ánimo no nos acompañe, aunque el deseo más
potente se haya extinguido y nos cueste mantener un compromiso o cumplir
una promesa, al hacerlo, estamos demostrando que somos proactivos en lugar de reactivos, sujetos en lugar de objetos. Y, con ello, continuamos allanado el camino que nos conduce a un liderazgo de bien y cimentado en valores.

ADELÁNTESE A LOS PROBLEMAS

En los sistemas normalizados de calidad el concepto de proactividad refiere a la idea de anticipación en tanto acción preventiva y contrapuesta a la correctiva. Y esa es, efectivamente, una de las características más notables de las personas proactivas. En lo laboral se “adelantan” y no necesitan que nadie las presione para ejecutar las tareas que les corresponden; en lo personal se adelantan previendo posibles problemas y no permiten que estos se produzcan, haciendo carne el conocido lema popular “Mas vale prevenir que curar”. Saben que el costo de la prevención es siempre menor y preferible que del remedio y trabajan en pos de ese criterio. Hágalo usted también.

CUANDO SE PRESENTEN LOS PROBLEMAS, RESUÉLVALOS

Por más proactivo y eficiente que se muestre en el hecho de adelantarse a los problemas, no siempre podrá evitar que estos se produzcan. Por supuesto, ser previsor y tener en mente correr por delante de las dificultades lo ayudará mucho y muchas veces. Pero en algunos momentos de su vida deberá enfrentar problemas. En esos casos lo mejor que puede hacer, en principio, es resolverlos y hacerlo
lo antes posible. Cuando un problema se evita, ya se tienen dos: el problema
en sí mismo y el hecho de tener que evitarlo. Para que esto no suceda (dicho sea de paso, un líder o quien pretende serlo no puede darse el lujo de evitar problemas) arremánguese y resuélvalo lo antes posible. ¿Cómo? Una posible manera la vamos a detallar a continuación:

 En principio, identifique el problema. Muchas veces, los problemas
quedan irresolutos no por mala voluntad o por una actitud de inercia,
sino porque no se los identifica bien y, por ejemplo, se atacan las
consecuencias y no las causas.

 Defina el problema de la forma más clara que le sea posible. Si lo puede
hacer defínalo en una frase.

 En caso de considerarlo necesario, pida ayuda i recurra a otros en busca
de posibles soluciones. Ahora ya tiene el problema bien definido y sabrá
exactamente para qué está pidiendo colaboración. Un sabio dicho
popular dice que “Dos cabezas piensan más que una” y, ciertamente, no
se equivoca.

 Aún con ayudantes, involúcrese en el proceso de búsqueda de
soluciones. No lo deje en manos ajenas en su totalidad y, si lo hace,
verifique con regularidad cómo marchan las cosas.

 Reúna todas las soluciones posibles que usted o sus colaboradores
hayan encontrad y escoja o escojan la mejor.

 Una vez encontrada, impleméntela.

 Luego, evalúe qué tan eficiente resultó. Si no cumplió con las
expectativas que usted o sus colaboradores tenían sobre ella (recuerde
que la eligieron por considerarla la mejor) no deje de evaluar
concienzudamente cuales fueron sus puntos flojos.

 Por último, piense a futuro y establezca los principios o políticas en pos
de que ese problema no vuelva a presentarse.

FRASES PARA REFLEXIÓN

Liderazgo es:
… capacidad de inspirar a otros
… crear el futuro promoviendo y encauzando cambios en la organización o contexto de la que se forma parte.
… influencia interpersonal dirigida a través de un proceso de comunicación y tendiente al logro de uno o varios objetivos.
… conjunto de cualidades de personalidad y capacidades que favorecen la guía de otros individuos
Un líder es…
… un ejemplo a seguir en el ámbito donde ejerce esa función.
… quien consigue que la gente trabaje de buena gana para él cuando no
está obligado a hacerlo.
… un motivador que genera entusiasmo y provee inspiración a un grupo.
… un individuo que construye las mejores condiciones para que su
empresa, comunidad, partido político o cualquier contexto en que actúe
avance.
… alguien que ve mucho más allá y antes que los demás