Antes de llegar a la Universal yo era una joven vacía, lloraba todas las noches, andaba con gente más grande que yo. Eso me había llevado a conocer boliches, a estar con chicos, a robarles plata a mis papás ya que ellos no tenían para darme.
Yo me escapaba casi todas las noches, mis papás ya no sabían qué hacer conmigo.
Mi fondo del pozo fue cuando me había peleado con mis amigos. Pasé a estar sola, me encerraba en la pieza a cortarme porque ya no quería vivir más. Hasta que entré en el vicio de las redes sociales. Eso me llevó a frecuentar mucho más los boliches, a hacerles bullying a los demás y me había hecho bisexual.
Yo ya no tenía contacto con mi familia.
Un día una chica me invitó a formar parte de la FJU.
Empecé a concurrir a las Conexiones y a dejar las malas amistades, a dejar ese vicio de las redes sociales, a abandonar todo y encontré ese valor que había perdido. Mi manera de pensar cambio, encontré verdaderos amigos que me acercaban a Dios. Pude llenar ese vacío que había dentro mío. Conocí esa felicidad que viene de Dios, de Su espíritu.
Hoy soy una Joven feliz porque alguien creyó en mí.
